https://mamidesdemipuntodevista.blogspot.com/

¿Qué si ha valido la pena?





En esta semana cumplo mis 32 años de edad y me puse a analizar mi vida...

 
Saben qué?
Hace apenas siete años aproximadamente mis sueños eran otros. Me imaginé que a mis 32 iba a ser una profesional, vivir en New York, tener un apartamento en un rascacielos, un carro deportivo y soltera...

Si hubiese tenido la posibilidad de haber visto en ese momento algunas imagines de mi futuro, quizá me hubiese desilusionado. Pues no soy una profesional, no vivo en New York y mucho menos tengo un apartamento en un rascacielos y... no soy para nada soltera.

Sí tengo estudios profesionales, pero soy ama de casa... si, AMA DE CASA y no soy millonaria. Pero saben qué, soy una mujer bendecida. Tengo una hermosa familia, un esposo maravilloso y unos hijos increíbles. Y vuelvo y repito, no soy millonaria. Que si trabajo estaríamos mejor económicamente?, claro que si.


No renuncié a mis sueños, los modifiqué. El ser profesional todavía forma parte de ellos, y luego de cuatro años fuera del ambiente laboral, he decidido buscar trabajo. Aunque parece que ese espacio de tiempo me ha dado varios problemas para encontrarlo. Y me frustra, si.


Pero el otro día viendo a mis chicos reír juntos, jugar juntos, bañarse juntos; acordarme que los alimente de mi, que vi sus primeras sonrisas, estuve presente cuando dijeron sus primeras palabras y vi cuando dieron sus primeros pasos... me acordé que en estos cuatro años he sido una mujer privilegiada, una madre envidiable.    


"Profesionalmente me tengo que poner al día, pero como madre me enorgullece decir que hasta ahora he hecho un buen trabajo."



Me siento orgullosa de mi, de mis 32 años vivido. De lo que he hecho en mi camino y de las experiencias que me he atrevido a vivir. De los riesgos tomados y de los retos que acepté. Aún queda mucho por vivir y muchas metas que alcanzar, pero si van a ser igual de excitantes, quiero decirle al destino que estoy ready, que estoy preparada para vivir otros muchos años más. Y por sobre todas las cosas, GRACIAS A DIOS POR TODO, por que fue él quien me puso aquí y ahora. El que me ha dado las herramientas para respirar y seguir respirando. Todo se lo debo a él.


¿Qué si ha valido la pena? Cada año, cada día, cada hora, cada segundo de mi vida ha valido la pena respirar... ha valido la pena vivirla. Y ahora vale mucho más, por que no solo vivo para mí, sino también para dos personitas maravillosas... mis hijos. 



Y como dice mi pequeño hombresito:
                                                         



                                                              UP TO THE SKY!!!